Si tenes un Fiat Siena sabes que es un buen auto y que podes viajar a la costa o salir a dominguear un fin de semana… te gustaría también correr carreras en el autódromo pero sabes que al auto no le da la potencia y como mucho te podes meter en una picada improvisada en algún semáforo… en cambio si tenes una Ferrari es otra cosa.
Esto mismo le pasaba a Iron Maiden, tenía al eficiente y buen cantante (aunque un poco desgastado por sus problemas personales) Paul Di´Anno y de repente se encuentra con que tiene a un tal Bruce Dickinson, ahora el cielo era el límite…
Cambiar un cantante siempre puede ser traumático en cualquier banda, y con esa incertidumbre Iron Maiden sacaba su tercer disco “The Number of The Beast” allá lejos en 1982.
Acá están, estos son, mis tres favoritos de “The Number of the Beast”.
The Number of the Beast
Woe to You Oh Earth and Sea
for the Devil sends the beast with wrath
because he knows the time is short
Let him who hath understanding
reckon the number of the beast
for it is a human number
its number is six hundred and sixty six.
Si la vida fuese el Heavy Metal podríamos decir tranquilamente que el verso de la introducción de esta canción son las palabras “Mama y Papa” de la vida. Y ahí nomas termina y arrancan los acordes de esa historia… una de las tantas historias que nos contara Iron Maiden a lo largo de su historia.
Hallowed Be Thy Name
Arrancamos con bajo pesado y la guitarra revoloteándole como moscas a su alrededor. Una campana que anuncia el principio del final. El comienzo es como un reloj, todo tiene que estar en su lugar… la voz, el bajo, la guitarra, la batería y la campana… “When the Bell…” y suena el campanazo… precisión. Y la precisión se funde con el “running looooooow” de Dickinson para que la maquinaria Maidenistica se encienda y comience a marchar.
Esta canción tiene uno de los momentos de mayor tensión en la discografía de Iron Maiden (hay varios mas) poco antes de que comiencen los solos y durante los mismos la canción toma una atmosfera tan cargada que acelera la sangre de cualquiera… y cuando las guitarras comienzan a subir juntas como esa águila que vuela desde abajo para capturar y tomar por sorpresa a su víctima…para estallar con el estribillo en la voz de un impecable Dickinson y morir lentamente con las guitarras bajando lentamente enredadas entre si y finalizar con un “taca ta tan taca ta tan”. Así de onomatopéyico (?).
The Prisoner
¿Y Run to The Hills? Run to The Hills es un clásico y tiene un estribillo enorme y ponerla era fácil… así que fui con algo diferente.
La intro es un fragmento editado de la serie de TV “The Prisioner” de 1967. Una canción que arranca con la batería marcando el ritmo, ritmo que se acelerara después de ese comienzo instrumental.
Dickinson arranca a cantar con una voz más agresiva en la canción tanto que podríamos decir que esta canción si fue escrita para Paul Di´Anno y no le quedaría para nada mal su voz en ella. El estribillo es muy de los primeros discos también y si bien el sonido de la canción en si es superior a los discos anteriores (la calidad) volvemos al Iron Maiden “desprolijo” de esas dos primeras placas…
Y así nos despedimos entonando ese estribillo de Libertad que nos propone The Prisoner mientras corremos sin destino alguno.
Top 3 Anteriores:
- Iron Maiden
- Killers
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